Pues es una gozada, entrar en la rutina, no esperar “sorpresas”, no hacer cosas inútiles. Se me ha pasado el día volando y no es que tenga una cantidad enorme de trabajo, pero sí lo suficiente para estar ocupada. Y el ambiente es relajado, que es la terapia que estaba necesitando. Creo que hoy voy a dormir de un tirón.
No creí que el tema del trabajo pudiera afectarme tanto, pero en el fondo es normal: estás casi más tiempo allí que en tu casa. Y la suerte es que allí trabajan una serie de personas estupendas, tengo coleguitas y amigos y la hora de la comida es de lo más divertida. Pero ya sabéis, cuando todo va bien, siempre llega alguien que lo estropea ¡Maldito Murphy! Claro que a mí, ahora me afecta menos, fuente.
Mañana se me va a hacer raro, encenderé el ordenador y tendré algo que hacer. Y lo peor es que me hace ilusión, jajaja. No os podéis imaginar lo que es llegar a la Dingox y no tener nada que hacer, salvo un par de llamadas y algún que otro viaje; el día se hace eterno. Y la sensación de no hacer nada productivo, con la de cosas que podría hacer en mi casa o en la calle, que luego termino con la lengua fuera de correr para que me dé tiempo a todo. Casi me da una depresión, menos mal que mis compis son muy majos y me podía desahogar.
Así llegué a esto de los blogs, por puro aburrimiento, y supuso otro desahogo y una forma de pasar el rato, aunque terminé enganchada, a esto y al MSN con mis blogeros. Y aunque ahora ya no voy a tener tiempo para chatear y escribir durante el día, estaré aquí todas las noches, que no puedo pasar sin ir a visitaros cada día.
No creí que el tema del trabajo pudiera afectarme tanto, pero en el fondo es normal: estás casi más tiempo allí que en tu casa. Y la suerte es que allí trabajan una serie de personas estupendas, tengo coleguitas y amigos y la hora de la comida es de lo más divertida. Pero ya sabéis, cuando todo va bien, siempre llega alguien que lo estropea ¡Maldito Murphy! Claro que a mí, ahora me afecta menos, fuente.
Mañana se me va a hacer raro, encenderé el ordenador y tendré algo que hacer. Y lo peor es que me hace ilusión, jajaja. No os podéis imaginar lo que es llegar a la Dingox y no tener nada que hacer, salvo un par de llamadas y algún que otro viaje; el día se hace eterno. Y la sensación de no hacer nada productivo, con la de cosas que podría hacer en mi casa o en la calle, que luego termino con la lengua fuera de correr para que me dé tiempo a todo. Casi me da una depresión, menos mal que mis compis son muy majos y me podía desahogar.
http://dingox.com/ |
Así llegué a esto de los blogs, por puro aburrimiento, y supuso otro desahogo y una forma de pasar el rato, aunque terminé enganchada, a esto y al MSN con mis blogeros. Y aunque ahora ya no voy a tener tiempo para chatear y escribir durante el día, estaré aquí todas las noches, que no puedo pasar sin ir a visitaros cada día.